Dentro de los planes del Sevilla, estaba muy claro que querían aprovechar los partidos que iban a disputar en casa para alejarse lo máximo posible del descenso. Después de unas cuantas jornadas, parecía que se habían alejado lo suficiente, pero nada más lejos de la realidad. Sin embargo, el Celta de Vigo era un rival directo en esta pelea y no podían permitirse ceder ningún punto. Algo que, desde el principio, los sevillistas parecían tener claro.
Un gol de En-Nesyri en el minuto 18 de partido adelantó a los locales y parecía guardar un partido cómodo para los hombres de Quique Sánchez-Flores. No obstante, el Celta siguió peleando, aunque sin éxito en toda la primera mitad. En la segunda parte y con el 1-0, el técnico español sustituyó a En-Nesyri por Lukebakio, lo que provocó el enorme enfado del marroquí, que no lo entendía.
Más tarde, Carles Pérez marcó un gran gol que sirvió para empatar el partido y crear serias dudas alrededor del Sevilla. Y, gracias a esas dudas, seis minutos después, Larsen marcó de espuela el 1-2 que arrancó una sonora pitada de la afición para con su equipo.
El Sevilla no fue capaz de reaccionar y tuvo que asumir que el Celta de Vigo le había arrancado tres puntos vitales. Ahora, el Sevilla ocupa la 16ª posición, a tan solo seis puntos de los puestos de descenso. El Celta se ha colocado solo un punto por detrás del Sevilla, por lo que aún no hay nada decidido en la liga.
Justo después del parón, el Sevilla se medirá al Getafe fuera de casa y no son favoritos para ganar. La cuota que marca la victoria del Sevilla es de 2.90 euros por euro apostado. Quique tendrá que trabajar duro para devolver a su equipo la imagen de un equipo de Primera.
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