Utilizar tarjetas y otros medios prepago ofrece infinidad de ventajas en desplazamientos deportivos y viajes en general. Explicamos las opciones que habría, y la forma de organizarse con ellas.
Acompañar a tu equipo cuando va a jugar fuera a otra ciudad es una experiencia única, ya sea en el país o al extranjero, aunque si se trata de una final e incluso de un Mundial hablamos de lo más deseado para cualquier hincha.
Para los viajes de más enjundia es clave la planificación financiera, pudiendo ayudar mucho al control del presupuesto el uso de medios prepagados, esto es, sistemas de prepago consistentes en el depósito previo de una cantidad por adelantado que supone el límite de lo que se puede gastar.
Aplicado a los viajes deportivos, esto se traduce en llevar un control claro de todo lo que gastarás en entradas, alojamiento, comidas, transporte, etc.
Esta solución para controlar el presupuesto es habitual en otros ámbitos como el entretenimiento digital, particularmente en el ecosistema de los casinos online, donde destacan opciones como Paysafecard que funcionan con esa misma lógica: cargas una cantidad concreta y puedes jugar con un presupuesto acotado de antemano.
Como referencia externa sobre la aceptación de Paysafecard en el juego online español, puede consultarse la comparativa de los mejores casinos con este método, escrita por Merche Peralías.
Una primera ventaja básica de los sistemas prepago en desplazamientos internacionales afecta a la mera disposición de dinero, ya se trate de países fuera de la zona Euro que se manejan con otras monedas, o incluso dentro de esta, en caso de que no se puedan utilizar las tarjetas bancarias habituales, físicas o digitales, o bien haya que pagar comisiones al usarlas.
Además, con las opciones prepago te evitas llevar grandes cantidades de efectivo encima, algo que siempre es un riesgo, e implica importantes comisiones para obtenerlo cuando hablamos de monedas extranjeras.
Pero, sobre todo, la opción prepago es ideal para tener un control absoluto del gasto en viajes, facilitándote establecer de antemano cuánto te quieres gastar, algo especialmente apreciable en desplazamientos deportivos que conllevan gastos adicionales, porque a todos los desembolsos habituales se añade el precio de las entradas. Y eso en un mero acompañamiento a tu equipo en su salida fuera en una jornada de LaLiga, en grandes eventos como una final los alojamientos en la ciudad de destino suelen encarecerse mucho también ante la gran demanda existente.
Con la tarjeta prepago solo gestionas un único saldo, lo que facilita tener clara la cifra que queda disponible en cada momento, para evitar pasarse y endeudarse tirando de crédito. Así, es mucho más conveniente a efectos financieros, y si se elige una buena opción puede servir para abarcar todos los gastos: entradas, vuelos, hoteles, comida y transporte, etc.
Te damos unas pautas a hora de elaborar tu presupuesto para cargar un importe final en una tarjeta prepago, o cualquier sistema de este tipo que utilices.
En España hay muchas alternativas en medios prepago, la más utilizada es Paysafecard, que funciona por códigos prepago que se cargan con una cantidad fija, resultando ideal si quieres marcarte un presupuesto cerrado y no superar el límite.
Con todo, prácticamente todos los bancos y neobancos españoles cuentan con una tarjeta prepago, en versión física y digital, facilitando recargas rápidas desde la cuenta corriente. Y si no quieres vincularla, al margen de Paysafecard hay opciones como la tarjeta Prepago Mastercard, recargable en oficinas de Correos o desde la app.
En la elección del medio dependerá mucho si tu desplazamiento para ver el partido es dentro o fuera de España, ya que si no sales bastará con una tarjeta prepago nacional de fácil recarga, mientras que en el extranjero conviene optar por soluciones que aseguren aceptación y comisiones reducidas.
Si se elige adecuadamente, un sistema prepago puede ser el mejor aliado a la hora de contener el presupuesto del viaje, y permitirte disfrutar al máximo de la experiencia de acompañar a tu equipo. Nos referimos al de toda la vida, no al virtual que puedas haber creado, algo que conviene aclarar en la era del imperio del fantasy football, que ha redimensionado cuál es con el que más nos identificamos.
